“Humedales y Cambio Climático”
“Los humedales son zonas donde el agua es el principal factor controlador del medio, vida vegetal y animal asociada a él”. Convención sobre los Humedales (Ramsar, Irán, 1971)
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas en conjunto con instituciones públicas y privadas con competencia en el tema ambiental; como el Ministerio de Ambiente, Instituto Nacional de Bosques, FUNDAECO, CALMECAC, Wetlands, CECON, Fundación Defensores de la Naturaleza, WCS y Reservas Naturales Privadas, realizaron una conferencia de prensa en el Marco del Día Mundial de los Humedales que se conmemora cada 2 de febrero, de acuerdo con la Convención sobre los Humedales realizada el 2 de febrero de 1971; El Estado de Guatemala ratificó su adhesión a la “Convención sobre los Humedales” el 26 de enero de 1988, a través del Decreto Número 4-88 del Congreso de la República y se asignó al Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) como la Autoridad Administrativa del mismo.
Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan. Sistemas ecológicos caracterizados por la presencia de agua, ya sea dulce, salobre o salada; es decir, ríos, arroyos, manantiales, lagos, lagunas, pantanos, sistemas costeros, arrecifes coralinos, estuarios y manglares, así como las plantas de tratamiento de agua y estanques artificiales. Guatemala posee al menos 192 humedales, siete de ellos designados Sitios Ramsar que abarcan una superficie de 647,570 hectáreas, que representan el 5.77% del territorio nacional, siendo estos: Parque Nacional Laguna del Tigre; Manchón Huamuchal; Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic; Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique; Parque Nacional Yaxhá – Nakúm – Naranjo; Parque Nacional Laguna Lachuá y Área de Uso Múltiple RíoSarstún.
Proteger los humedales es vital, ya que son fuente de abastecimiento de agua para consumo humano, agrícola, pecuario, energético, industrial y hábitat de la vida silvestre; asimismo, por su alta productividad y diversidad biológica contribuyen en forma significativa a la economía nacional, a través del desarrollo de actividades pesqueras, producción acuícola y aprovechamiento de los sitios como escenarios de recreación y turismo. Además, estos ecosistemas representan en algunas áreas la única vía de acceso, transporte y comunicación entre las comunidades aledañas y los mercados locales; por ejemplo, el canal de Chiquimulilla, Río Dulce, Río Usumacinta, Río San Pedro, entre otros en el país.
Dadas las características geomorfológicas de Guatemala, los humedales presentan diferente comportamiento en las distintas regiones del país. En el norte plano de Petén abundan los lagos, las lagunas y aguadas intermitentes, así como los ríos subterráneos. En la cadena volcánica de Sololá, Guatemala, Santa Rosa y Jutiapa hay lagunas en cráteres de volcanes. En las costas de Izabal, Retalhuleu, Santa Rosa o Escuintla hay estuarios y manglares.
Los arrecifes de coral se encuentran principalmente en el atlántico y forman parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano. Estos albergan gran cantidad de especies marinas y proporcionan medios de vida basados en el ecoturismo y también sirven de barreras marinas que protegen del oleaje.
El CONAP conjuntamente con otras instituciones públicas y privadas con competencia en el tema ambiental, está ejecutando diversas acciones para promover la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica a través del manejo de las áreas protegidas y sitios RAMSAR, normando el uso de los recursos naturales para mejorar y mantener los medios de vida de la población guatemalteca.
¡Proteger los humedales asegura una mejor calidad de vida!